lunes, 12 de agosto de 2013

(5) ¿RETORNÓ CRISTO EN EL SIGLO XX?


                El título elegido para el presente capítulo de este Blog, no sería del todo correcto si se lo analiza en profundidad o podría prestarse a confusión, por que las palabras “Retorno” y “Cristo” tienen evidentemente connotaciones para el trasfondo psicológico humano relacionadas al mensaje bíblico. No obstante, el título representa ‘la temática’ a tratar; cada lector tendrá que hacer sus propias reflexiones para llegar a desmitificar el conocimiento; ya que la función en este Blog es tan solo ofrecer reflexiones, así como también material del tipo “canalizado”, pero no para que se tome como “la verdad”, sino como un punto de partida para el investigador abierto.

                La palabra “Cristo” ha sido muy vapuleada en las culturas humanas, y en la interpretación más popular, podemos decir que se la vincula directamente a la persona del Jesús histórico y bíblico. Por eso los cristianos comúnmente hablan de Jesús y de Cristo, como sinónimos. En la comprensión popular de la religión más numerosa del mundo, el Catolicismo, el Hijo de Dios y del hombre es Jesús; pero para quienes profundizan en la Teología cristiana, Jesús y Cristo no son la misma cosa, sino que Cristo es el Hijo o emanación directa de Dios, y Jesús es ‘la carne’, la  persona humana. A partir de la “Unión Hipostática”, la unión de lo divino con ‘la carne’, podemos hablar de “Jesucristo”. Es decir que JESUCRISTO sería CRISTO encarnado en la persona humana de Jesús (obsérvese que se habla de “Encarnación”, no de reencarnación). Esta distinción entre Jesús y Cristo, aunque evidente para el Teólogo, no lo es para muchos fieles…

            Además la palabra Cristo (según el Glosario Teosófico), deriva de “Chréstos” y “Christos”, (del griego); primitiva forma gnóstica de ‘Cristo’. Antiguamente Chréstos era la designación que se daba a un discípulo puesto a prueba para las Iniciaciones espirituales; cuando ya pasaba esas pruebas era ungido (con aceite) y cambiaba su nombre en Christos, “el purificado”. Así que, según estos conceptos, todo ser humano puede, atravesando las pruebas de purificación correspondientes, convertirse en un Christos o Cristo.

            En realidad, si ahondamos en conceptos teosóficos, veremos que la palabra Cristo se puede entender de diferentes maneras. Por un lado, en cuanto al tema JERARQUÍA ESPIRITUAL PLANETARIA, “Cristo” sería ‘un cargo’, no un ser. Es decir, que el Logos Planetario, la Cabeza Jerárquica del Planeta posee tres departamentos principales para ejercer su Gobierno y llevar adelante el Plan; esos departamentos son:

1-      El del Manú
2-      El del Cristo
3-      El del Mahachohan

El departamento del Cristo es el área de INSTRUCCIÓN MUNDIAL, en la cual se pueden desempeñar distintos seres, ya que los cargos no son inamovibles, eternos o fijos. Esto es así a nivel de los Logos menores, como de planetas o soles, pero a nivel universal, existe un Instructor Único y Soberano absoluto, que es el Cristo Universal, Micael (según el Libro de Urantia).

            Por otro lado, en Teosofía, Cristo se puede considerar como sinónimo de Buddhi. Buddhi es una región o plano dentro del sistema solar y por lo tanto, y a la vez, es uno de los principios constitutivos del hombre, quien se mueve, vive y tiene su ser en el Cuerpo del Logos Solar. Para ser mas precisos, Buddhi es el plano superior a manas (mente); plano o región a la cual el ser humano puede acceder en forma vivencial y consciente solo si se purifica, elevando las vibraciones de sus vehículos inferiores con una vida sana, ética y limpia en todo sentido. De lo contrario Buddhi no despertará como consciencia, sino que seguirá dormido en el interior del hombre, ofreciendo señales que serán muy leves o inconscientes, ya que el ser humano que solo vive a través de los deseos y sensaciones fugaces de la vida material, no puede oír las señales de lo sutil. De allí la necesidad de la PURIFICACIÓN.

            Buddhi también puede tomarse como sinónimo de Sol o Conciencia Solar, o “Hijo”. Buddhi es el “intermediario” entre ‘la carne’ (la persona humana) y ‘el espíritu’ (mónada). Buddhi, teosóficamente hablando, es en realidad la primera región interna, más allá de la mente pensante,  en la cual el hombre puede sentir y comprender en forma vivencial “LA UNIDAD DE LA VIDA”. Por eso en el mensaje bíblico, en la vida y obra de Jesús y en sus palabras, es clara la alusión permanente a la “Unidad de la Vida”. Evidentemente ‘el Instructor’ no podía hablar en forma científica, teosófica, a la gente porque no existía preparación de los oyentes para hacerlo, por eso ponía sus enseñanzas en parábolas y cuentos; pero siempre todo apuntó hacia la Unidad de la Vida, que es el Amor imperecedero e impersonal.

            Hay que entender cuál es el verdadero origen de la Sabiduría de las Enseñanzas que de la persona de Jesús manaron: Fue el Cristo en él, y por él. La base de tal enseñanza es la UNIDAD DE LA VIDA, es decir que vino a enseñar al hombre el camino de Retorno al Padre (el Espíritu Uno); y para hacerlo él dijo palabras como estas:

“YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA”
“NADIE VA AL PADRE SINO POR MI”

            Con estas palabras deja en claro que para acceder a la Unidad de la Vida, representada por la palabra “Padre”, hay que atravesar por Buddhi primero, región de conciencia donde comienza a traslucirse esa UNIDAD. Cuando dice “Yo Soy el camino…, nadie va al Padre sino por Mí…” se refiere a Buddhi universal, y en cada hombre.

            Buddhi, entonces, es un plano al cual el hombre debe acceder en forma consciente, vivencial; es decir, activando y vitalizando “materia” de dicho plano en su consciencia; y cuando esto ocurre se manifiesta como vivencia de la unidad, en formas variadas. La INTUICIÓN, entendida como esencia o ‘razón pura’ de todas las cosas, es Buddhi activada.

            Según algunos conceptos manifestados hasta ahora, a algunos podría ‘sonar’ inapropiado hablar de “Retorno de Cristo”, ya que tomando a Cristo como sinónimo de Buddhi, y siendo este un plano o región…, no sería correcto hablar de “retorno” o “regreso”, ya que un plano siempre permanece en su lugar… Sin embargo, siendo Buddhi una región dimensional a la cual el hombre debe arribar despertando ‘materia consciente’ de dicho plano, a la vez, es una región “habitada” por todos aquellos seres que ya han conquistado dicho plano; y a la cabeza de estos seres, está el Cristo Cósmico, por ser quien posee mayor y más acabada Conciencia de Unidad, o Conciencia Solar. Por lo tanto, si bien Buddhi es un plano al cual el hombre debe acceder con la evolución, también representa un Cielo elevado desde donde el Gran Padre de la Unidad de la Vida, El Cristo Universal, puede decidir, cuando lo ve necesario según los requerimientos de la evolución, “RETORNAR” a la materia. El grado de ese “Retorno” o “Venida” es proporcional a la necesidad evolutiva de la Raza humana en cada tiempo.

            Ese “retorno” ha ocurrido, “parcialmente”, durante la historia de la humanidad, a través de Iniciados y discípulos avanzados que han encarnado en el mundo para traer la palabra y energía del Cristo. Pero en ninguna de esas ocasiones tuvo la grandiosidad, presencia y repercusión que tuvo la vida de Jesús en la humanidad. La presencia del Cristo, el Gran Instructor de la Sabiduría, estuvo tan integrada en Jesús, como en ningún otro mortal desde entonces. Sin embargo, y ya para entrar más directamente en el tema que el título nos señala, muchos creen que Cristo ha retornado de una manera especial en el siglo XX. Veamos.

            Nos estamos refiriendo a KRISHNAMURTI. No me explayaré lo que sería necesario explayarse sobre este tema para que se entienda por qué decimos que en Krishnamurti se hizo presente una vez más Maitreya, el Cristo; por que a esa conclusión solo puede llegar quien investiga, observa y profundiza. Para saber por qué decimos esto hay que entrar de lleno en la vida y obra de este hombre. No solo con leer o escuchar sus conferencias es posible deducir lo dicho, sino que es necesario leer su Biografía (especialmente las de Mary Lutyens, 3 libros, biografías revisadas por el mismo K. en vida). Más allá de las encontradas y polarizadas opiniones sobre si fue Krishnaji, como también se le llamaba, el “vehículo” humano elegido por el Cristo para instruir al mundo en esta ocasión, es innegable que krishnamurti está reconocido como uno de los pensadores más revolucionarios del siglo XX. Todo su mensaje giró en torno a una nueva conciencia en el hombre, a una “revolución de la conciencia”, cuya naturaleza sería LA UNIDAD DE TODA LA VIDA.

            Krishnamurti fue descubierto durante su infancia por el entonces Teósofo “Leadbeather”, quien clarividentemente pudo ver en el joven muchacho un aura de gran belleza y pureza. En aquel entonces, ya se esperaba el regreso del Instructor del mundo, Maitreya, vaticinado por la misma Blavatsky, pero se pensaba que vendría más tarde, aunque sin tener idea de fechas exactas… Por eso este hallazgo de Leadbeather, con sus propias señales internas de confirmación, los sorprendió en un primer momento. Habían encontrado “el vehículo” que sería empleado por el Cristo para su regreso, con el objetivo de ofrecer en forma directa una profundización y esclarecimiento de las Enseñanzas a al humanidad.

            A partir de allí, la historia de la Sociedad Teosófica y de Krishnayi, atravesaron por muchas etapas. Annie Besant, la entonces presidenta de la S.T., dedicó su vida al cuidado de joven K.; pero muchos otros se unieron a esta tarea, para poder ayudar a criar y educar al joven muchacho que estaba señalado por los Maestros como “el vehículo”.

            Krishnamurti, en su juventud, comenzó a tener una preparación de su cuerpo, cerebro y mente que por su naturaleza y efectos desconcertó a los teósofos que cuidaban de él. Sufría de dolores muy fuertes en distintos lugares de su cuerpo, especialmente en la cabeza, y a lo largo de la columna vertebral. Esos dolores a veces producían desmayos por su intensidad; pero K. jamás tomó calmante o medicación alguna, por que sabía que todo por lo que estaba pasando formaba parte de “la preparación” de su vehículo, para que eventualmente Maitreya pudiese venir a manifestarse a través del mismo. Soportó todos los dolores durante décadas, ya que esa preparación era permanente. Los ataques y dolores paraban cuando tenía que dar conferencias o viajar en giras de conferencias. Pero cuando tomaba un período de descanso, los dolores volvían, la preparación  o bien, “el proceso” (como él le llamaba), proseguía.

            K. era un su juventud un muchacho infeliz; la compañía y apoyo permanente que tenía y todos los conocimientos de teosofía y educación que había tenido no podían llenar el vacío que sentía…; hasta que a sus 27 años de edad, mientras vivía uno de sus peores momentos de dolor, tuvo una experiencia interna que lo cambió para siempre. En dicha experiencia Maitreya, el Buda y Kuthumi se le hicieron presentes en una atmósfera de paz y amor indescriptibles. Esa experiencia está relatada por el hermano de K., Nitya, y por el mismo K., y se pueden leer en las Biografías de K. por Mary Lutyens.

            Cuando decimos que Cristo retornó en Krishnamurti, solo estamos afirmando que Su Presencia se manifestó en él, pero el grado en que se manifestó esa Presencia, fue proporcional a la preparación que se pudo lograr en tal vehículo humano; y eso, solo los Maestros lo conocen.

Hay quienes no han interpretado correctamente este tema, como por ejemplo el conocido escritor brasilero Trigueirinho, quien en su gran obra “Léxico Esotérico”, la cual merece nuestro respeto, dice en el tema “REAPARICIÓN DE CRISTO”:

Paul Brunton dice que un error frecuente que se comete con los líderes espirituales es creer que son una reencarnación de Cristo. De hecho, se incurrió en este error a principios del siglo XX, cuando tal papel le fue atribuido a Krishnamurti. Sin embargo, él se negó a desempeñarlo…”

            En primer lugar allí se habla de “reencarnación” de Cristo, lo cual es un error en lo que se refiere a Krishnamurti, por que todo el mundo teosófico sabe que K. no era la “reencarnación” de Cristo, sino un “vehículo” puro y apropiado al cual, con la debida preparación, el Cristo podría descender con su Presencia para Instruir. Ese es el primer error, y no es menor… El 2° error en ese párrafo aparece donde dice que K. se negó a desempeñar ese papel… Esto no es así, ya que el mismo K. sabía y aceptaba “el proceso” interno, los dolores, desmayos y las experiencia místicas que tubo a lo largo de su vida, como algo necesario, consecuencias y efectos de una preparación, para que Cristo pueda expresarse lo mejor posible a través de su persona. Considero de valor la obra de Trigueirinho, pero este error no se puede dejar pasar…

            Por último, y para cerrar esta reflexión, diremos que las reapariciones de Cristo, como expresiones de algún grado de Su Presencia a través de ciertos vehículos humanos preparados, es un tema diferente al del “RETORNO DE CRISTO CON PODER Y GLORIA”, tema que se consideró en otra entrada de este Blog. Cristo ha reaparecido en más de una ocasión, y muchas veces sin ser reconocido, como les sucedió a los discípulos de Emaús…, y en Krishnamurti reapareció en forma de Instructor Mundial, lo cual generó una revolución filosófica y vivencial en la humanidad, al menos, y hasta ahora, en la parte de la humanidad que siguió sus enseñanzas.

            En cuanto al Retorno con poder y gloria…, ese ya no será para instruir a las almas, sino para dar fin a un ciclo. Pero ese día, nadie lo conoce…, solo el Padre en los cielos. Y esto, es cuestión de Fe.

PAZ Y BIEN

           

 

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